Creemos que perderse no es un error, es un privilegio. Que dejarse llevar abre la puerta a lo inesperado. Que lo cotidiano puede volverse arte si lo miramos distinto. Cada prenda es una invitación: a perderse en lo nuevo, a encontrarse en lo propio. Porque no seguimos mapas ni tendencias. En la pérdida está la magia. Y ahí, está lo real.